Dieta para Gatos para bajar de peso | Todos los Animales

Vamos a explicar un poco cómo ayudar a un gato gordo a lograr una buena dieta para lograr bajar de peso y que tenga una vida mas sana. La obecidad en los gatos y el sobrepeso suele ser un problema muy complicado, y es fundamental que mantega una diera daria para que no se vuelva gordo y que mantega un buen estado de salud. Si tu gato esta comenzo a engordar tendras que comenzar a tener algunos cuidados y seguir nuestra lista de consejos que vamos a desarrollar.

Cualquiera que sea la raza a la que pertenezcan, los gatos tienen cierta uniformidad de talla y, por lo tanto, de peso. Su sistema de vida es más o menos el mismo, y no resulta difícil calibrar una buena dieta general que sirva para todos. Un gato casero con un desgaste normal de energías deberá consumir al día 200 g de alimentos para gatos en estado sólido. De éstos, 130 g deberán corresponder al grupo carne-pescado-pollo-vísceras. El resto hasta los 200 g, podrá completarse con verduras y queso.

Los gatos mayores y más robustos, sobre todo si son nerviosos e inquietos y además están libres y pueden hacer todo el ejercicio que deseen, y por tanto gastan más energías, deberán consumir más calorías, o sea que habrán de ingerir de 300 gramos en adelante por día. El gato sabe regular su propio instinto en cuanto al hambre se refiere, y no es un devorador como el perro. Se diría, incluso, que es un buen gourmet y elige siempre lo mejor. Si se le termina el apetito y nota que su estómago está demasiado lleno, abandona la cazuela aún medio llena y se aleja. Si, por el contrario, se queda con hambre una vez finalizado el ágape, reclamará con un maullido insistente. Si se le reservan las sobras de nuestras comidas, insistimos en que debe extremarse la precaución con los huesos pequeños y punzantes, las espinas del pescado y los guisos y las salsas picantes.

Además, la comida se le servirá siempre templada o a temperatura ambiente; es decir. ni recién retirada del fuego ni recién sacada del frigorífico. Como normalmente es la heladera donde conservamos sus alimentos, tengamos un poco de paciencia aunque se nos haga tarde, y calentemos lo que se le tenga que dar cada vez al gato.

La carne, que esta dentro de ranking de los mejores alimentos para los gatos, se la cortaremos a pedacitos, en forma de dados o tiritas, de manera que se vea obligado a usar sus dientes y tenerlos así siempre «lubrificados>; aparte de esto, se le fortalecerán las mandíbulas. Al gato viejo se le reservará, en cambio, la carne picada o el queso fresco tierno. Las mandíbulas del felino no pueden hacer movimientos laterales; sólo de acercamiento de arriba abajo. Si observáis el gato cuando come, apreciaréis cómo imprime a la cabeza unos movimientos característicos para evitar que el manjar se le escape de la boca. Es bueno acostumbrarle a comer a horas fijas. De este modo no hará falta llamarlo cada vez, porque estará presente en el momento y lugar preciso.

El dueño procurará que el gato esté siempre en forma en cuanto a línea, porque es muy corriente la obesidad, hasta el punto de que uno de cada cinco sufre de esta enfermedad, sobre todo si hace vida sedentaria en casa. Es difícil determinar si mantiene o no la línea, pero un consejo práctico es palparle las costillas y la columna vertebral: si no las notamos, es que empieza a estar obeso. Por empacho o bien porque ya se ha llenado el estómago fuera de casa haciendo su «aperitivo» particular, a veces no come su alimento habitual. De momento se le deja la comida durante una hora; de no comerla, se retira y hasta el día siguiente no se le vuelve a poner. El agua, en cambio, se tiene que dejar siempre a su disposición en un recipiente y cambiársela un par de veces durante la jornada.

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