Por que mi perro ataca a las personas y niños | Todos los Animales

Es muy comun que los perros ataquen a las peronas, a los niños y otros perros ya que estos animales desarrollan características de comportamiento que les permiten incrementar sus posibilidades de reproducirse. Sobrevivir el tiempo suficiente para reproducirse es la función última del comportamiento agresivo en los perros. Cuando los perros que tienen determinadas características se reproducen, los genes que hicieron que tuvieran éxito aumentan, en términos de frecuencia, en esa población, mientras que los genes de aquellos que no sobrevivieron no.

La agresividad tiene muchas funciones defensivas y no es difícil comprender y cuidar a los perros por qué esta tendencia de comportamiento sería la elegida por la selección natural. Los animales están preparados desde el punto de vista genético para utilizar comportamientos que les aseguren el control del entorno y que por lo tanto maximicen su posibilidad de reproducirse. Los perros utilizan patrones de acción tales como morder, gruñir o enseñar los dientes con tal fin.
La agresividad también puede ser un comportamiento que se despliega para alcanzar un objetivo. Los animales utilizan la agresividad para maximizar refuerzos y minimizar castigos. Este es un concepto muy importante para comprender la agresividad porque el hecho de «maximizar refuerzos» implica que el perro puede tener como objetivo, por ejemplo, mantener la distancia entre él y algo que lo asusta. Esa distancia es un refuerzo. Al mismo tiempo, el perro consideraría la proximidad como un castigo que trataría de minimizar intentando aumentar la distancia. No podemos considerar el comportamiento sin tener en cuenta el papel del aprendizaje.

La selección natural y la evolución del comportamiento de adaptación son sólo una perspectiva. Los patrones de acción agresivos son genéticos pero también los modula hasta cierto punto el aprendizaje. El cerebro evalúa los estímulos que recibe y planifica una respuesta basada parcialmente en lo que ha funcionado o no previamente para conseguir lo que quiere. La agresividad es compleja y multifactorial.
Hay más de una respuesta a la pregunta «¿por qué agreden los perros?». Por un lado podemos decir simplemente que los perros agreden porque o bien quieren matar a su presa, han aprendido mal a jugar, o porque tienen miedo o están irritados, igual que las personas.
Los perros que tienen miedo, igual que las personas que tienen miedo, se defienden si es necesario. Perros diferentes, igual que diferentes personas, ven esa necesidad de forma diferente. Los perros que están irritados, igual que los humanos, pueden usar la violencia para expresar su ira.

Resumiendo: lo dicho, en las distintas raza de perros la agresividad es un comportamiento adaptativo que se supone que les ayuda a conseguir lo que quieren o evitar/escapar de cosas que no quieren. El perro está preparado de forma biológica para usar la agresividad en caso necesario y con cada una de las experiencias el aprendizaje adaptativo modula su expresión hacia el objetivo omnipresente de la supervivencia: las repeticiones y/o ensayos de un comportamiento agresivo crean un comportamiento habitual ya que el perro aprende que la agresividad funciona. La agresividad tiene cualidades innatas instintivas (que han ido evolucionando a través de la selección natural), y se modula todavía a través del aprendizaje y los procesos de evaluación emocional.

Agresivid en los perros:

La agresividad puede dividirse de forma conceptual en dos formas que tienen funciones divergentes. El comportamiento de amenaza y ataque puede ser:

Afectivo.
No afectivo

La agresividad afectiva es altamente emocional y estimula la activación del sistema autónomo simpático. Este tipo de agresividad incluye todo tipo de agresividad excepto el comportamiento depredador e implica un contenido emocional significativo. La agresividad no afectiva no tiene relación con la emoción y no estimula la activación del sistema autónomo simpático. La agresividad no afectiva implica comportamientos de ataque relacionados con los patrones de acción depredadores.

La agresividad no afectiva implica el uso de segmentos de la secuencia depredadora en formas que parecen inapropiadas, peligrosas o inconvenientes para los seres humanos. Coppinger y Coppinger (p. 196) ofrecen un modelo general sobre la secuencia depredadora canina:

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