Remedios caseros para la deshidratación en perros | Todos los Animales

Existen infinidades de remedios caseros para perros enfermos y en especial cuando se habla de deshidratación. En nuestra guía vamos a explicar 7 formas distintas para evitar esta molesta enfermedad ya que en muchos casos produce diarreas. La alimentación para perros es fundamental seguir una dieta diaria mucho más cuando se habla de que nuestras mascotas no quieren comer comida saludable con vitaminas. Ya hablamos de los cuidados para un perro recién nacido y ahora lo vamos a complementar profundizando los síntomas y tratamientos con las causas de deshidratación en perros.

Nadie lo diría al verlo, pero su animal de compañía es un auténtico océano. Necesita mucho líquido para mantener hidratados los tejidos y para transportar iones, proteínas y nutrientes esenciales por codo su cuerpo. Los animales domésticos (igual que las personas) precisan mantener un nivel constante de fluidos. Por eso es tan peligrosa la deshidratación, el estado en que el cuerpo se ve privado de agua a causa de vómicos, diarrea, exceso de calor o ingestión insuficiente de líquidos. Los gatos son menos propensos que los perros a sufrir un golpe de calor y deshidratarse, pero su nivel de fluidos también puede descender por debajo de lo normal, en especial cuando tienen vómitos.

Entre los síntomas de la deshidratación se encuentran: boca seca, ojos hundidos, pérdida de elasticidad de la piel y agotamiento severo. Este problema siempre requiere la intervención de un veterinario. Sin embargo, aquí ofrecemos algunos consejos útiles para prevenir la deshidratación.

7 Remedios caseros para evitar la deshidratación en perros

Dele mucha agua:
Aunque ni los perros ni los gatos sudan profusamente -sólo tienen unas pocas glándulas sudoríparas en los espacios interdigitales-, pueden perder mucho líquido cuando jadean. Para asegurarse de que su animal de compañía dispone de líquido en abundancia, es conveniente mantener dos potes llenos de agua a codas horas. De esa forma no pasará sed, aunque vuelque accidentalmente uno de los cuencos.

Pero no permita que beba con avidez:
Si su animal de compañía ha pasado mucho tiempo sin beber y le permite tomar de golpe un cuenco entero de agua, es probable que vomite, lo que hará que pierda fluidos. Retire el bebedero después de que haya bebido unos cuantos tragos. Espere un par de minutos y déjele beber un poco más.

Recargue sus electrólitos:
La deshidratación puede hacer que su animal de compañía pierda electrólitos, es decir, minerales como el potasio y el sodio que transmiten impulsos eléctricos a codo el cuerpo. Aunque en la mayoría de los casos un poco de agua fresca servirá para reemplazar los electrolitos perdidos, puede ayudarlo a recuperarse anees si le ofrece una bebida enriquecida con electrólitos. Puede comprar soluciones de electrólitos en algunas tiendas de comestibles y en las farmacias.

Sirva en una copa para deportistas:
Si su perro (o su gato) está acalorado y se niega a beber, tiéntelo con una bebida para deportistas con electrolitos, como Gatorade. A algunos animales de compañía les gustan los sabores dulces y afrutados, y disfrutan bebiendo Gatorade.

Dele un polo:
Un animal que ha pasado mucho tiempo sin beber podría tener dificultades para retener líquidos. Una opción práctica es ofrecerle un cubico de hielo. A medida que el animal lame, rehidrata lentamente su organismo.

Revísele la boca:
En ocasiones, los perros y los gatos dejan de beber porque tienen algún cuerpo extraño, como un abrojo, atascado en la boca. Si su animal de compañía se niega a beber, examínele la boca con atención. Si detecta algún cuerpo extraño, intente retirarlo usted mismo o acuda al veterinario.

Viaje con agua:
Para prevenir la deshidratación, es importante que su animal de compañía disponga de agua incluso cuando está fuera de casa. Cuando viaje con un animal, lleve siempre un bol anti salpicaduras dentro del coche. En algunas tiendas de oráculos para animales de compañía venden bebederos plegables que caben dentro de un bolso o de un bolsillo.

Cuando consultar al veterinario

Por lo general, un peno acalorado o un gato sediento sólo necesitan un poco de descanso y unos cuantos sorbos de agua fresca para recuperarse. Pero cuando la deshidratación ya se ha producido, los sistemas del organismo pueden comenzar a fallar. Para diagnosticar la deshidratación, los veterinarios realizan una prueba muy sencilla: levantan con suavidad la piel que cubre la espalda del animal. En condiciones normales, la piel volverá a su sitio en cuanto la suelte. Sin embargo, si el animal está deshidratado, la piel habrá perdido elasticidad y permanecerá elevada como una cresta. Si esto ocurre, considérelo una emergencia y acuda al veterinario de inmediato.

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